Los Trastornos Alimentarios son muy complejos y tienen diferentes causas que lo originan. Por eso se ha investigado y se siguen investigando mucho sobre los factores de riesgo de estos trastornos.

Los factores de riesgo más comunes de los Trastornos Alimentarios son:

- Presión social a la delgadez.
Se ha comprobado que en aquellas sociedades en las que la presión para estar delgados es mayor, existe un mayor números de casos de Trastornos Alimentarios. Existe una creencia social que estigmatiza a las personas obesas, al atribuirles características como ser descuidado, tener poco autocontrol, ser impulsivos, fracasados, inestables... Mientras que a las personas delgadas se las asigna características totalmente contrarias, ser cuidadoso, tener autocontrol, ser estable, tener éxito. La delgadez como modelo de belleza, es algo culltural, que depende de cada sociedad. 
- Delgadez como ideal de belleza.
En la medida en la que los modelos de belleza de delgadez y los mensajes que la sociedad envía para que se cumplan, son asumidos por la persona, puede afectar a la satisfacción que tiene de su propia imagen y a como se valora a sí misma. Este es un imortante factor de riesgo para desarrollar un Trastorno Alimentario.
- Insatisfacción con el propio cuerpo.
Lo que se  suele hacer cuando uno está muy preocupado por su aspecto físico, es "ponerse a régimen". Esto supone para muchos hacer una dieta restrictiva.
Se ha demostrado que aquellas personas que tienen mayor insatisfacción con su propio cuerpo, suelen llevar a cabo dietas estrictas y menos saludables (comer muy poco, o incluso nada en ocasiones, usar sustitutos de los alimentos...)
- "Hacer dieta" o ponerse a régimen".
Según los estudios, cuando alguien está haciendo una dieta estricta y se la salta, después suele haber un gran consumo descontrolado de los alimentos que han sido prohibidos. (Atracón) La consecuencia de esto suele ser que lejos de conseguir el objetivo deseado de bajar de peso, crece la probabilidad de que este
aumente, al mismo tiempo que aumenta también la probabilidad de desarrollar un Trastorno Alimentario.
- Perfeccionismo.
Se ha observado que aquellas personas que son más perfeccionistas consigo mismas, tienen más probabilidades de desarrollar un Trastorno Alimentario. Aunque el hecho de serlo, no significa que necesariamente se vaya a tener este Trastorno.
- Sobrepeso.
Como ya hemos señalado,  tener sobrepeso o "sentirse gordo" suele ser el motivo principal para iniciar dietas restrictivas, además de a otros factores de riesgo como la insatisfacción con la propia imagen y la baja autoestima. Hay que señalar que muchas veces el sobrepeso no tiene porqué ser real, si no que es suficiente sentir que uno no está lo suficientemente delgado.
- Haber sufrido burlas relacionadas con la apariencia física por parte de familiares o amigos.
Se ha observado también que un factor muy común entre las personas con Trastornos Alimentarios, son los comentarios críticos o las burlas por el peso o la imagen, tanto por parte de la familia como de los amigos, que se reciben durante la infancia o la adlescencia, aunque estas no sean intencionadas.
- Baja autoestima.
La autoestima es el valor que uno mismo cree que tiene. Las personas con baja autoestima se sienten poco valiosas. Es difícil poder reconocer lo que uno vale en todos los aspectos, teniendo una alta insatisfacción con la imagen. Las personas con Trastornos Alimentarios crecen con la idea de que si tienen un cuerpo perfecto, llegarán a tener éxito y nunca serán rechazadas.  

Además de los factores de riesgo, hay que señalar que suelen ser situaciones estresantes las que desencadenan el Trastorno de la Alimentación. La persona que desarrolla un Trastorno de este tipo suele tener que enfrentarse a situaciones para las cuales no está preparada, respondiendo con un alto nivel de tensión que finalmente puede desencadenar en el problema alimentario.

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